Märzgefallenen (2ª Parte)
Este monumento se erigió en Weimar en memoria de todos aquellos que dieron su vida para oponerse al golpe de estado (Putsch de Kapp) dirigido por el conservador de derechas Wolfgang Kapp en marzo de 1920.
“Putsch" significa golpe de estado en alemán.
El 13 de marzo de 1920, más de 10.000 soldados de las brigadas Ehrhardt y Báltica, bajo el mando del general Lüttwitz, se apoderan de Berlín para establecer una dictadura militar y declarar a Wolfgang Kapp (partidario de la restauración de la monarquía y en contra del desmantelamiento de las Fuerzas Armadas según el tratado de Versalles) nuevo Canciller.
El legítimo gobierno de Weimar huye de Berlín. Los líderes sindicales hacen un llamamiento a los trabajadores para eliminar el golpe militar y defender la República. Se convoca una huelga general que se extendería a toda la nación.
"Hay una miseria y un hambre terribles en la ciudad", escribió Einstein. "La mortalidad infantil es horrenda... El gobierno es completamente inoperante, con los verdaderos poderes luchando entre sí: el ejército, dinero y grupos de socialistas extremistas".
Cuatro días después, el 17 de Marzo el régimen de Kapp caería tras las huelgas convocadas por los sindicatos, los funcionarios y la presión de un pueblo movilizado pacíficamente (clara demostración de que una huelga general puede ser una poderosa arma no violenta)
Los funcionarios se negaron a acatar las órdenes del intruso, sencillamente no acudieron a las oficinas. La misma noche del Golpe, instalado en su despacho de Canciller, Kapp ni siquiera encontró una mecanógrafa. El bando proclamando su autoridad lo tuvo que redactar su hija y para cuando estuvo listo, era ya muy tarde para su publicación en prensa. La policía se negó a combatir contra el ejército evitando así un enfrentamiento sangriento. La desobediencia se extendería días despues a las propias Fuerzas Armadas.
Pero, aunque los berlineses habían actuado pacíficamente, algunos obreros de otros lugares consideraron la huelga general como preludio de la revolución armada, por tanto el final de esta historia, no fue feliz.
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