Textos reflejados en un espejo
De entre todos los libros que hay por casa, cuatro o cinco están más desgastados que el resto: Loos, Oiza, Quetglas, Tusquet...
Hace más de diez años le preguntaba a un profesor: Y ¿Cómo saber que libros he de leer?
Me respondió que el tiempo me ayudaría a seleccionar.
Los dos primeros libros que leí sobre arquitectura fueron: Hacia una arquitectura (Vers une architecture, 1927) y Le Corbusier de Stanislaus von Moos de 1968. ¿Por qué escogería esos dos libros entre todos los que había en la biblioteca? Yo no sabía quién era Le Corbusier.
A la semana siguiente, en nuestra primera clase, el profesor nos leyó dos cuentos de Adolf Loos: De un pobre hombre rico (1900) y Ornamento y Delito (1908) y un texto de Javier Sáenz de Oiza Promedio de leche de vacas. Lo recuerdo como si fuera ayer.
Me gustaría compartir con ustedes alguno de estos textos para su reflexión y disfrute.
Hace más de diez años le preguntaba a un profesor: Y ¿Cómo saber que libros he de leer?
Me respondió que el tiempo me ayudaría a seleccionar.
Los dos primeros libros que leí sobre arquitectura fueron: Hacia una arquitectura (Vers une architecture, 1927) y Le Corbusier de Stanislaus von Moos de 1968. ¿Por qué escogería esos dos libros entre todos los que había en la biblioteca? Yo no sabía quién era Le Corbusier.
A la semana siguiente, en nuestra primera clase, el profesor nos leyó dos cuentos de Adolf Loos: De un pobre hombre rico (1900) y Ornamento y Delito (1908) y un texto de Javier Sáenz de Oiza Promedio de leche de vacas. Lo recuerdo como si fuera ayer.
Me gustaría compartir con ustedes alguno de estos textos para su reflexión y disfrute.
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Filos77 -