grandes almacenes Metz & Co

Metz & Co
Leidsestraat 34-36 / esquina Keizersgracht en Ámsterdam

No fue algo premeditado, surgió de repente. Hojeaba mi nueva adquisición: "Gerrit Th. Rietveld 1888-1964 - The complete works" sentado en una cafetería junto a Verónica. No sabía que Rietveld había construido tanto (sobre todo locales). Mientras apuraba el zumo de naranja reconocí a lo lejos la cúpula de cristal del edificio Metz que un par de noches antes me había indicado Juan.

A la luz del día era distinta, más interesante...

Me puse a buscar en el libro:

"En el otoño de 1933 la compañía Metz inaugura un nuevo espacio en la azotea de su edificio diseñado por Rietveld, un lugar donde exhibir sus nuevos muebles. La inauguración de la exposición se realizo sobre la azotea con un discurso de Rietveld, grabado en un registro gramofónico"

Era posterior al "Club Náutico" de Aizpurua y Labayen o la "Fábrica Van Nelle" de Brinkman y  van der Vlugt en la cual dicen se inspiró Rietveld.  Un magnífico ejemplo de cómo integrar un nuevo volumen "moderno" en un edificio histórico. Recuerda la proa de un barco. 

Permanecí varios minutos en silencio contemplándola, no me podía quitar de la cabeza otro proyecto de los 80 del grupo Coop Himme(l)blau: el ático en Viena, creo que en el fondo ambos proyectos comparten el mismo espíritu o metáfora...

Es una lástima que esté en tal mal estado, además la cristalera del nuevo restaurante en el bajo-cubierta le resta protagonismo.

¿Por qué a la gente le gustan tanto los bajo cubiertas? ... y se olvida de las azoteas.  Andrés Martínez tiene un libro fantástico sobre el tema; "Habitar la cubierta"  que comienza con una frase de Le Corbusier: "Desde tiempos inmemoriales el hombre ha querido subir a los tejados". Yo en esta parte discrepo, creo que sólo les ha interesado a los arquitectos, la gente quiere vivir bajo la cubierta, no sobre ella. ¿Y no sé porqué?... será un símbolo de protección.

Fotos Portada: Collage años 30 con manuscrito de Rietvled  y foto verano 2008

Resto de las fotos: verano 2008

4 comentarios

[JT - 21 de octubre de 2008 - 22:37]

A ver... en serio... ¿nunca habéis querido subir a un tejado?

Quizás los adultos no. A los adultos, las cosas bonitas, emocionantes y divertidas del mundo no nos bastan, así que ni las miramos.

Pero yo siempre soñé con que me dejaran subirme a los tejados, precisamente porque no están pensados para eso. Son rincones mágicos a salvo de la funcionalidad. Uno puede andar con cuidado, tumbarse a ver el cielo, tirar cosas para que bajen rodando y salten por el borde... o incluso caerse.

Maravilloso.

[almalé - 16 de octubre de 2008 - 00:11]

Andrés; gracias a tí por visitarnos.

Milá: los enlaces estan caducados, pero si me dices que número te interesa en especial, te lo paso. Eileen Gray, se lo merece. Me envías un correo a mi cuenta.

[Mila - 15 de octubre de 2008 - 22:23]

Primero felicitarte, pues es un blog increíble en el que no paro de aprender cosas interesantes. También por tu fidelidad y constancia. Por otro lado, ý dirás que fresco es el huevo, me gustaría preguntarte por los links de L'architecture Vivant, ya que seguramente voy a hacer una doctorado sobre Eileen Gray y sé que hay una entrevista clave. Gracias anticipadas y ánimo para continuar.

[Andrés - 14 de octubre de 2008 - 00:44]

Hola Eduardo: gracias por el enlace (y el elogio). En esto estoy de acuerdo: es más una obsesión de arquitectos que de la gente en general, que le tiene respeto (por no decir miedo) a las azoteas. Un fuerte abrazo, Am