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HAC

Berthold Lubetkin

Berthold Lubetkin ¿A qué será debido que, al cabo de tantos años, me de ahora por hablar de una causa ganada y perdida hace ya tanto tiempo?

No pretendo con esto aumentar mi reputación, estoy de acuerdo con Picabia en que la única manera de conservar el respeto por uno mismo es sacrificar la propia reputación, manteniendo una independencia intelectual llevando una vida de disidente, puesto que “la resistencia individual es la única llave de la prisión” (A. Bretón). Ciertamente no es mi propósito asegurarme un lugar en la historia. Si la historia fuera simplemente una colección de fechas y sucesos, aún sería posible apañarla añadiendo algún eslabón perdido aquí y borrando algún error allá; pero la historia, como el salchichón, la fabrican especialistas, para satisfacer una demanda pública cambiante, y, como dijo Benedetto Croce, toda historia es historia contemporánea, es pasado visto a través de los ojos del presente. Sólo vemos aquello que queremos ver y queremos ver aquello que los “expertos”, que saben lo que se cuece, nos han dicho que veamos.

Estos astutos especialistas, cuya labor consiste en malear la opinión con el fin de justificar y apoyar a la camarilla de poderosos, en la que ellos esperan ser admitidos, o al firmamento social en el que esperan brillar, pueden ir recogiendo chismes, manipular la evidencia, borrar el pasado y enterrar a los vivos. Desde el Kremlin hasta el Ateneo, desde la West 53sd Street hasta la Puerta de la Paz Celestial en la Ciudad Prohibida, pueden rellenar cadáveres para construir maniquíes a su propia imagen, con los que poder comerciar después. Y, todo ello, llevarlo a cabo con una solidaridad y una tácita comprensión mutua que hace que se confundan unos con otros a pesar de sus aspiraciones sociales divergentes.

Esto por lo que respecta a los historiadores pero, ¿qué hay de los arquitectos? Siempre he tenido la sensación de que lo que tengo que decir no reviste interés alguno o no tiene valor para los arquitectos contemporáneos, cuyas convicciones, cuyas posturas intelectuales y cuyas formas de pensar no comparto. La ausencia de supuestos comunes hace irrelevante cualquier propósito de exhortación y deja sin efecto cualquier discurso. Por otra parte, sería injusto cargar directamente sobre los arquitectos, la responsabilidad por el daño irreparable que infligen a la sociedad, desbaratando, despanzurrando y devastando el entorno; aplastando, machacando y pulverizando las ciudades, o desacreditarlos con la arquitectura lumpen que se nos viene encima. Mientras se engañan a sí mismos, creyendo que expresan su más íntima personalidad, lo que en realidad hacen es dar expresión al árido espíritu de su tiempo, testificando a favor de la experiencia social que condiciona su elección.

Extracto del texto: “El Credo” de Berthold Lubetkin, 1955.

¿Cuál fue el primer edificio moderno?

¿Cuál fue el primer edificio moderno? ¿Cuál fue el primer edificio moderno? Peter Smithson, 1991

Habitualmente se supone que ésta es una pregunta sin sentido, pero si aceptamos que algo ocurrió alrededor de la I Guerra Mundial, que apareció un nuevo modo de pensar, manifiesto en el nuevo estilo, entonces debe haber algún edificio en el que este nuevo estilo apareciera por primera vez.

En esencia, una “arquitectura moderna” era: cúbica, o parecía estar forjada a partir de cubos geométricamente organizados y altamente abstractos en su interpretación de las actividades humanas, algo completo en sí mismo; estaba suspendida en el aire, no enraizada a su emplazamiento; normalmente era blanca o de colores vivos, o realizada con materiales brillantes; cuando se utilizaban materiales naturales, parecían sustituir a materiales artificiales que todavía no se habían inventado.

La arquitectura moderna comenzó en 1922, la fecha de la villa en Vaucresson de Le Corbusier y el café De Unie de J.J.P. Oud en Rótterdam (1925). Entonces se iniciaron las nuevas formas en arquitectura; formas que procedían de la pintura. Quizá las formas de Le Corbusier sean hijas de una única pintura, una más o menos completamente plana y con marcada deuda con el rectángulo del marco: "Botella de Vieu Marc, copa, guitarra y periódico" (1913) de Pablo Picasso. A partir de esto crecieron las villas de Le Corbusier: la Villa Sten en Garches (1927) y la Villa Savoie en Poissy (1929-1931). Fue una larga gestación.

Extractos y notas de "Conversaciones con estudiantes", 2004-GG

La presentación

La presentación Hay otra cosa que me preocupa...es la parte gráfica. Siempre me han parecido muy útiles y manejables los cuadernillos de Historia que publicaba la ETSAB, un DIN-4 doblado por la mitad , formando un pequeño librito (ahora utilizado por Mansilla y Tuñón en su publicación “CIRCO”).

La idea es realizar dos cuadernillos por capítulo; el primero sólo con texto y una imagen representativa como portada y un segundo cuadernillo para la parte gráfica y bibliográfica. En este segundo dossier me gustaría incluir solo documentación gráfica (plantas, alzados y secciones) eliminando las fotografías (sólo una en la portada del primer dossier). El problema es que de algunos edificios hay muy mala documentación gráfica (así que habrá que bucear en las bibliotecas).

Hay otra idea que ahora es totalmente inviable para este curso, pero si algún día tengo tiempo y dinero me gustaría poner en practica: “Historia de la arquitectura a Escala 1/¿?”, un precioso cartapacio con láminas DIN-1, con los edificios más interesantes de la historia dela arquitectura, todos ellos a la misma escala (habría que ver la escala apropiada), las pirámides, el Panteón de Agripa, el Partenón por Ictinio y Calicrates, hasta la ville Savoye de Le Corbusier y el cementerio de Igulada de Enric Miralles. (Pero esto es otra historia...)

En cuanto a la imagen representativa en la portada del primer cuadernillo (sirva como ejemplo la imagen de arriba del cementerio de Aldo Rossi):

Recuerdo que cuando me dedicaba al diseño gráfico y me entregaban una imagen para convertirla en un logotipo lo primero que hacía era ir a la imprenta y realizar fotocopias de fotocopias hasta que el objeto era casi inapreciable, quedando sólo su inicio, sus formas primarias, la esencia del diseño (que mal suena esto último).

Hoy en día con los programas informáticos es todo más sencillo. Me resulta interesante esta idea porque también tiene otro matiz de invocación al recuerdo (aquellos viejos apuntes que todos conservamos de la facultad, que año tras año, fotocopia tras fotocopia, habían mutado de la fotografía para convertirse en manchas negras)

La presentación

La presentación Hay otra cosa que me preocupa...es la parte gráfica. Siempre me han parecido muy útiles y manejables los cuadernillos de Historia que publicaba la ETSAB, un DIN-4 doblado por la mitad , formando un pequeño librito (ahora utilizado por Mansilla y Tuñón en su publicación “CIRCO”).

La idea es realizar dos cuadernillos por capítulo; el primero sólo con texto y una imagen representativa como portada y un segundo cuadernillo para la parte gráfica y bibliográfica. En este segundo dossier me gustaría incluir solo documentación gráfica (plantas, alzados y secciones) eliminando las fotografías (sólo una en la portada del primer dossier). El problema es que de algunos edificios hay muy mala documentación gráfica (así que habrá que bucear en las bibliotecas).

Hay otra idea que ahora es totalmente inviable para este curso, pero si algún día tengo tiempo y dinero me gustaría poner en practica: “Historia de la arquitectura a Escala 1/¿?”, un precioso cartapacio con láminas DIN-1, con los edificios más interesantes de la historia dela arquitectura, todos ellos a la misma escala (habría que ver la escala apropiada), las pirámides, el Panteón de Agripa, el Partenón por Ictinio y Calicrates, hasta la ville Savoye de Le Corbusier y el cementerio de Igulada de Enric Miralles. (Pero esto es otra historia...)

En cuanto a la imagen representativa en la portada del primer cuadernillo (sirva como ejemplo la imagen de arriba del cementerio de Aldo Rossi):

Recuerdo que cuando me dedicaba al diseño gráfico y me entregaban una imagen para convertirla en un logotipo lo primero que hacía era ir a la imprenta y realizar fotocopias de fotocopias hasta que el objeto era casi inapreciable, quedando sólo su inicio, sus formas primarias, la esencia del diseño (que mal suena esto último).

Hoy en día con los programas informáticos es todo más sencillo. Me resulta interesante esta idea porque también tiene otro matiz de invocación al recuerdo (aquellos viejos apuntes que todos conservamos de la facultad, que año tras año, fotocopia tras fotocopia, habían mutado de la fotografía para convertirse en manchas negras)

inicio

inicio Nunca pensé que escribir un pequeño índice o inicio fuese tan complejo, estoy a punto de perder la cabeza...

HAC

HAC Llevaba varios meses dándole vueltas a la cabeza, pero no acababa de decidirme.
Pero al final me he animado a escribir y redactar un curso sobre “Historia de la Arquitectura Contemporánea” para un portal de Internet.

La verdad es que me apetecía mucho. Mayormente por dos motivos; el primero por volver a repasar todo lo leído y estudiado en estos últimos diez años para ordenar mi cabeza, y el segundo y más importante, para olvidarlo nuevamente.

Poder olvidar y quedarte sólo con pequeñas cosas: el cabañon de Le Corbu, los architectones de Malevich, la flor de Aalto, la casa de los gorilas de Lubetkín, Los baños de Kahn, etc, etc...

Creo un nuevo tema en el blog; “HAC” (Historia de la Arquitectura Contemporánea).
A partir de estos día iré dejando apuntes, pensamientos y dudas sobre mis investigaciones. Me gustaría generar con todos vosotros pequeños debates, escuchar vuestras ideas y diferentes puntos de vista sobre los sucesivos mensajes que iré dejando por aquí.

Esta semana he estado desempolvando viejos apuntes y libros para crear un índice o inicio. Creo que este fin de semana lo terminaré así que lo colgare próximamente.

¡No se donde cojones me he metido...!

Foto: Malevich en su laboratorio experimetal en el Museo Estatal Ruso de Leningrado en 1930 trabajando en sus "Architectones".