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Concierto para chelo en la Capilla de la Resurrección en el Cementerio del Bosque

Anteproyectos para una sinfonía

Anteproyectos para una sinfonía

Sinfonía Nº 9 en Re menor Op. 125 Coral
Ludwig van Beethoven


Hace unos años realicé unas investigaciones sobre la sinfonía número nueve de Beethoven. Aquellas vigilias e indagaciones acabaron convirtiéndose en un cede regalo para un buen amigo. Rebuscando entre otras cosas han aparecido esas joyitas y me gustaría compartirlas con todos vosotros.

Descargar CD Anteproyectos para una sinfonía
(con portadas y libretos)

Listado de temas:

1775- Misericordias Domini in D minor KV. 222
1795- Gegenliebe (Amor mutuo) WoO 118 nº 2
1808- Fantasía para piano, orquesta y coro en Do sostenido, Op. 80 "Fantasía Coral"
1810- Mit Einem Gemalten Band, Op.83 No.3
1815- Obertura "zur Namensfeier"  (Obertura por el onomástico) Op. 115
1824- Sinfonía No. 9 in D minor, Op. 125 "Coral" Ode An die Freude (Oda a la alegría)


Todos los temas compuestos por Beethoven excepto el primero “KV.222” de Mozart

La sonata D. 960 de Schubert

 

Rubinstein ordenó a Schein que se preparara la Sonata D 960 de Schubert para la siguiente clase. "Cuando terminé de tocar el movimiento, Rubinstein se puso muy serio -dijo la estudiante de piano-. Schubert es el único compositor que puedo mirar de frente a la muerte -comentó Rubinstein-. Esta música es como la muerte. No hay nada que muestre la naturaleza de la muerte como su música. Cuando muera, no quiero a nadie a mi alrededor. Quisiera, como los animales, marcharme a los bosques para morir con dignidad, solo."

Texto extraido del libro "Este burdel no es una ópera" de M. Pradera y J. Trujillo. Ed. Planeta, 1998.

la chica más de guapa de la ciudad

la chica más de guapa de la ciudad

Este año se cumple el 20 aniversario de la publicación de una de las grandes joyas del rock en España.

En 1988 el grupo zaragozano Mas Birras editaba su segundo mini LP titulado "Otra Ronda" producido por Grabaciones Interferencias, grabado en los estudios Tsunami de San Sebastián y distribuido por el sello D.R.O.

Con una preciosa portada donde aparecen los componentes de Más Birras sentados de espaldas en la barra de la taberna La flor de la Sierra en el casco viejo (antiguos Marranos) donde se pueden comer las mejores sardinas de la ciudad.

La canción que abre el disco es ya un clásico, un himno para toda una generación: Cass (La chicha más guapa de la ciudad)

La letra nace de un texto de Charles Bukowski: "La Chica más de Guapa de la Ciudad", publicado en el recopilatorio de cuentos llamado "Erecciones, eyaculaciones, exhibiciones". Un cuento precioso.

Oir la canción

Sus autores:

José Luis Rodríguez García es catedrático de Filosofía en la Universidad de Zaragoza, ensayista, novelista y sobre todo poeta.

Gabriel Sopeña Genzor es también profesor de Historia Antigua en la citada entidad, además de músico, compositor, poeta y un largo etc...

 

La letra:

Nos gustaba Cass
la chica mas guapa de la ciudad
su forma angelical de pisar la nieve
mientras tararea la última estrofa de Dylan.
Su manera tan dulce de guiñar
como si estuviera recitando un poema
o pintándose los labios
en el espejo de cualquier fotografía.
Nos gustaba que tuviera las piernas morenas
y se riera como un Sábado.
Pobre Cass, tenía que morir como una Diosa, nuestra.
Arrollada por un Chevrolet
y un repartidor de Coca-Colas
y ahora un policía nos robó todas las lágrimas.

Y ahora la lloramos
todos y enviamos violetas
a direcciones inventadas
todas dirigidas
todas dirigidas
todas dirigidas a Cass,
la chica mas guapa de la ciudad.

Pero solo hemos aprendido
a silbarte una nueva canción
es para tí Cass,
que estabas tan harta de la vida
que te tumbabas desnuda bajo el sol
de las cinco de la tarde.
Es para ti,
que nos reprochaste tantas veces
nuestro aire de perritos derrotados

Y ahora la lloramos
todos y enviamos violetas
a direcciones inventadas
todas dirigidas
todas dirigidas
todas dirigidas a Cass,
la chica mas guapa de la ciudad
la chica mas guapa de la ciudad
la chica mas guapa de la ciudad.

 

El cuento:

"La Chica más de Guapa de la Ciudad" Charles Bukowski.

Cass era la más joven y la más guapa de cinco hermanas. Cass era la chica más guapa de la ciudad. Medio india, con un cuerpo flexible y extraño, un cuerpo fiero y serpentino y ojos a juego. Cass era fuego móvil y fluido. Era como un espíritu embutido en una forma incapaz de contenerlo. Su pelo era negro y largo y sedoso y se movía y se retorcía igual que su cuerpo. Cass estaba siempre muy alegre o muy deprimida. Para ella no había término medio. Algunos decía que estaba loca. Lo decían los tontos. Los tontos no podían entender a Cass. A los hombres les parecía simplemente una maquina sexual y no se preocupaban de si estaba loca o no. Y Cass bailaba y coqueteaba y besaba a los hombres pero, salvo un caso o dos, cuando llegaba la hora de hacerlo, Cass se evadía de algún modo, los eludía.

Sus hermanas la acusaban de desperdiciar su belleza, de no utilizar lo bastante su inteligencia, pero Cass poseía inteligencia y espíritu; pintaba, bailaba, cantaba, hacía objetos de arcilla, y cuando la gente estaba herida, en el espíritu o en la carne, a Cass le daba una pena tremenda. Su mente era distinta y nada más; sencillamente, no era práctica. Sus hermanas la envidiaban porque atraía a sus hombres, y andaban rabiosísimas porque creían que no las sacaba todo el partido posible. Tenía la costumbre de ser buena y amable con los feos; los hombres considerados guapos le repugnaban: "No tienen agallas -decía ella-. No tienen nervio. Confían siempre en sus orejitas perfectas y en sus narices torneadas... todo fachada y nada dentro..." Tenía un carácter rayando la locura; Un carácter que algunos calificaban de locura.

Su padre había muerto del alcohol y su madre se había largado dejando solas a las chicas. Las chicas se fueron con una pariente que las metió en un colegio de monjas. El colegio había sido un lugar triste, más para Cass que para sus hermanas. Las chicas envidaban a Cass y Cass se peleó con casi todas. Tenía señales de cuchilladas por todo el brazo izquierdo, de defenderse en dos peleas. Tenía también una cicatriz imborrable que le cruzaba la mejilla izquierda; pero la cicatriz, en vez de disminuir su belleza, parecía por el contrarío, realzarla.

Yo la conocí en el bar West End unas noches después de que la soltaran del convento. Al ser la más joven, fue la última hermana que soltaron. Sencillamente entró y se sentó a mi lado. Yo quizá sea el hombre más feo de la ciudad, y puede que esto tuviera algo que ver con el asunto.

- ¿Tomas algo?
- Claro, ¿Por qué no?

No creo que hubiese nada especial en nuestra conversación esa noche, era sólo el sentimiento que Cass transmitía. Me había elegido y no había más. Ninguna presión, Le gustó la bebida y bebió mucho. No parecía tener edad, pero de todos modos le sirvieron. Quizás hubiese falsificado el carnet de identidad, no sé. En fin, lo cierto es que cada vez que volvía del retrete y se sentaba a mi lado yo sentía cierto orgullo. No sólo era la mujer más bella de la ciudad, sino también una de las más bellas que yo había visto en mi vida. Le eché el brazo a la cintura y la besé una vez.

- ¿Crees que soy bonita?- preguntó.
- Sé, desde luego. Pero hay algo más... algo más que tu apariencia...
- La gente anda siempre acusándome de ser bonita. ¿Crees de veras que soy bonita?
- Bonita no es la palabra, no te hace justicia.

Buscó en su bolso. Creía que buscaba el pañuelo. Sacó un alfiler de sombrero muy largo. Antes de que pudiese impedírselo, se había atravesado la nariz con él, de lado a lado, justo sobre las ventanillas. Sentía repugnancia y horror.

Ella me miró y se echó a reír.

- ¿Crees ahora que soy bonita? ¿Qué piensas ahora, eh?

Saqué el alfiler y puse mi pañuelo sobre la herida. Algunas personas, incluido el encargado, habían observado la escena. El encargado se acercó.

-Mira -dijo a Cass-, si vuelves a hacer eso te echo. Aquí no necesitamos tus exhibiciones.
- ¡Vete a la mierda, amigo! -dijo ella.
- Será mejor que la controles -me dijo el encargado.
- No te preocupes -dije yo.
- Es mi nariz -dijo Cass-, puedo hacer lo que querrá con ella
- No -dije-, a mí me duele.
- ¿Quieres decir que te duele a ti cuando me clavo un alfiler en la nariz?
- Sí, me duele, de veras.
- De acuerdo, no lo volveré a hacer. Animo

Me besó, pero como riéndose un poco en medio del beso y sin soltar el pañuelo de la nariz. Cuando cerraron nos fuimos a donde yo vivía. Tenía un poco de cerveza y nos sentamos a charlar. Fue entonces cuando pude apreciar que era una persona que rebosaba bondad y cariño. Se entregaba sin saberlo. Al mismo tiempo, retrocedía a zonas de descontrol e incoherencia. Esquizoide. Una esquizo hermosa y espiritual. Quizás algún hombre, algo acabase destruyéndola para siempre. Esperaba no ser yo.
Nos fuimos a la cama y cuando apagué las luces me preguntó:
- ¿Cuándo quieres hacerlo, ahora o por la mañana?
- Por la mañana -dije, y me di la vuelta.

Por la mañana me levanté, hice un par cafés y le llevé uno a la cama.
Se echó a reír.

- Eres el primer hombre que conozco que ha querido hacerlo por la noche.
- No hay problema -dije-. En realidad no tenemos por que hacerlo.
- No, espera, ahora quiero yo. Déjame que me refresque un poco.

Se fue al baño. Salió enseguida, realmente maravillosa, largo pelo negro resplandeciente, ojos y labios resplandeciente, toda resplandor... Se desperezó sosegadamente, buena cosa. Se metió en la cama.

- Ven, amor.

Fui.

Besaba con abandono, pero sin prisa. Dejé que mis manos recorriesen su cuerpo. Acariciasen su pelo. La monté. Su carne era cálida y prieta. Empecé a moverme despacio y queriendo que durara. Ella me miraba a los ojos.

- ¿Cómo te llamas? -pregunté.
- ¿Qué diablos importa? -preguntó ella.

Solté una carcajada y seguí. Después se vistió y la llevé en coche al bar, pero era difícil olvidarla. Yo no trabajaba y dormí hasta las dos y luego me levanté y leí el periódico. Cuando estaba en la bañera, entro ella con una hoja: una oreja de elefante.

- Sabía que estabas en la bañera -dijo-, así que te traje algo para tapar esa cosa, hijo de la naturaleza.

Y me echó encima, en la bañera, la hoja de elefante.

- ¿Cómo sabías que estaba en la bañera?
- Lo sabía.

Cass llegaba casi todos los días cuando yo estaba en la bañera. No era siempre la misma hora, pero raras veces fallaba, y traía la hoja de elefante. Y luego hacíamos el amor.

Telefoneo una o dos noches y tuve que sacarla de la cárcel por borrachera y pelea pagando la fianza.

- Esos hijos de puta - decía-, sólo porque te pagan unas copas creen que pueden echarte mano a las bragas.
- La culpa la tienes tú por aceptar la copa
- Yo creía que se interesaba por mí, no sólo por mi cuerpo.
- A mí me interesas tú y tu cuerpo. Pero dudo que la mayoría de los hombres puedan ver más allá de tu cuerpo.

Dejé la ciudad y estuve fuera seis meses, anduve vagabundeando; volví. No había olvidado a Cass ni un momento, pero habíamos tenido algún tipo de discusión y además yo tenía ganas de ponerme en marcha, y cuando volví pensé que se habría ido; pero no llevaba sentado treinta minutos en el West End cuando ella llegó y se sentó a mi lado.

- Vaya, cabrón, has vuelto.

Pedí un trago para ella. Luego la miré. Llevaba un vestido de cuello alto. Nuca la había visto así. Y debajo de cada ojo, clavado, llevaba un alfiler de cabeza de cristal. Sólo se podían ver las cabezas de los alfileres, pero los alfileres estaban clavados.

- Maldita sea, aún sigues intentando destruir tu belleza....
- No, no seas tonto, es la moda.
- Estas chiflada.
- Te he echado de menos -dijo
- ¿Hay otro?
- No, no hay ninguno. Solo tú. Pero ahora hago la vida. Cobro diez billetes. Pero para ti es gratis.
- Sácate esos alfileres.
- No, es la moda.
- Me hace muy desgraciado.
- ¿Estás seguro?
- Sí, mierda, estoy seguro.

Se sacó lentamente los alfileres y los guardo en el bolso.

- Porque la gente cree que es todo lo que tengo. La belleza no es nada. La belleza no permanece. No sabes la suerte que tienes siendo feo, porque si le agradas a alguien sabes que es por otra cosa.
- Vale -dije-, tengo mucha suerte.
- No quiero decir que seas feo. Sólo que la gente cree que lo eres. Tienes una cara fascinante.
- Gracias.

Tomamos otra copa.

- ¿Qué andas haciendo? -preguntó.
- Nada. No soy capaz de apegarme a nada. Nada me interesa.
- A mí tampoco. Si fueses mujer podrías ser puta.
- No creo que quisiera establecer un contacto tan íntimo con tantos extraños. Debe ser un fastidio.
- Tienes razón, es fastidioso, todo es fastidioso

Salimos juntos, por la calle, la gente aún miraba a Cass. Aún era una mujer hermosa, quizá más que nunca.

Fuimos a casa y abrir una botella de vino y hablamos. A Cass y a mí, siempre nos era fácil hablar. Ella hablaba un rato yo escuchaba y luego hablaba yo. Nuestra conversación fluía fácil sin tensión. Era como si descubriésemos secretos juntos. Cuando descubríamos uno bueno, Cass se reía con aquella risa.. de aquella manera que sólo ella podía reírse. Era como el gozo del fuego. Y durante la charla nos besábamos y nos arrimábamos. Nos pusimos muy calientes y decidimos irnos a la cama. Fue entonces cuando Cass se quito aquel vestido del cuello alto y lo vi... Vi la mellada y horrible cicatriz que le cruzaba el cuello. Era grande y ancha.

- Maldita sea, condenada, ¿Qué has hecho? -dije desde la cama
- Lo intenté con una botella rota una noche. ¿Ya no te gusto? ¿Soy bonita aún?

La arrastré a la cama y la besé. Me empujo y se echo a reír:

- Algunos me pagan los diez y luego, cuando me desvisto no quieren hacerlo. Yo me quedo los diez. Es muy divertido.
- Sí -dije-, no puedo parar de reír... Cass, zorra, te amo... deja de destruirte; eres la mujer con más vida que conozco.

Volvimos a besarnos. Cass lloraba en silencio. Sentí las lágrimas. Sentí aquel pelo largo y negro tendido bajo mí como una bandera de muerte. Disfrutamos e hicimos un amor lento y sombrío y maravilloso.

Por la mañana, Cass estaba levantada haciendo el desayuno. Parecía muy tranquila y feliz. Cantaba. Yo me quedé en la cama gozando su felicidad. Por fin, vino y me zarandeó.

- ¡Arriba, cabrón! ¡Chapúzate con agua fría la cara y la polla y ven a disfrutar del banquete!

Ese día la llevé en coche a la playa. No era un día de fiesta y aún no era verano, todo estaba espléndidamente desierto. Vagabundos playeros en andrajos dormían en la arena. Había otros sentados en bancos de piedra compartiendo una botella solitaria. Las gaviotas revoloteaban, estúpidas pero distraídas. Ancianas de setenta y ochenta, sentadas en los bancos, discutiendo ventas de fincas dejadas por maridos asesinados mucho tiempo atrás por la angustia y la estupidez de la supervivencia. Había paz en el aire y paseamos y estuvimos tumbados por allí y no hablamos muchos. Era agradable simplemente estar juntos. Compré bocadillos, patatas fritas y bebidas y nos sentamos a beber en la arena. Luego abracé a Cass y dormimos así abrazados un rato. Era mejor que hacer el amor. Era como fluir juntos sin tensión. Luego volvimos a casa en mi coche y preparé la cena. Después de cenar, sugerí a Cass en mi coche y preparé la cena. Después de cenar, sugerí a Cass que viviésemos juntos. Se quedó mucho rato mirándome y luego dijo lentamente "NO". La llevé de nuevo al bar, le pagué una copa y me fui.

Al día siguiente, encontré un trabajo como empaquetador en una fabrica y trabajé todo lo que quedaba de semana. Estaba demasiado cansado para andar mucho por ahí, pero el viernes por la noche me acerqué al West End. Me senté y esperé a Cass. Pasaron horas. Cuando estaba ya bastante borracho, me dio el encargado.

- Siento lo de tu amiga.
- ¿El qué? -pregunté.
- Lo siento. ¿No lo sabías?
- No
- Suicidio, la enterraron ayer
- ¿Enterrada? -pregunté. Parecía como si fuese a aparecer en la puerta de un momento a otro. ¿Cómo podía haber muerto?
- La enterraron las hermanas
- ¿Un suicidio? ¿Cómo fue?
- Se cortó el cuello.
- Ya. Dame otro trago.

Estuve bebiendo allí hasta que cerraron. Cass, la más bella de las cinco hermanas, la chica más guapa de la ciudad. Conseguí conducir hasta casa sin poder dejar de pensar que debería haber insistido en que se quedara conmigo en vez de aceptar aquel "NO". Todo en ella había indicado que le pasaba algo. Yo sencillamente había sido demasiado insensible, demasiado despreocupado. Me merecía mi muerte y la de ella. Era un perro. No, ¿Por qué acusar a los perros? Me levanté, busqué una botella de vino, bebí lúgubremente. Cass, la chica más guapa de la ciudad muerta a los veinte años.

Fuera, alguien tocaba la bocina de un coche. Unos bocinazos escandalosos, persistentes. Dejé la botella y aullé "¡MALDITO SEAS, CONDENADO HIJO DE PUTA, CALLATE YA!".

Y seguía avanzando la noche y yo nada podía hacer.

 

En homenaje a Mauricio Aznar Müller (1964-2000)

Movimiento Final

A Mozart reincarnated (Ennio Morricone)

Lástima, la explosión sobraba (demasiado yankee)

voces femeninas

voces femeninas

Canciones que suelo escuchar incansablemente en el ipod, voces femeninas de todos los tiempos: Abbey Lincoln, Anita O'Day, Aretha Franklin, Bessie Smith, Billie Holiday, Carmen McRae, Elis Regina, Ella Fitzgerald, Janis Joplin, Mahalia Jackson, Maysa Matarazzo, Nina Simone, Roberta Flack, Sarah Vaughan, Yma Sumac.

Un poquito de todo; jazz, blues, soul, rock, bossa nova, etc...

Disfruten tanto como yo…

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(Cupido aparece en las nubes, sobre su tumba)

(Cupido aparece en las nubes, sobre su tumba)

Henry Purcell, de la ópera “Dido and Aeneas”(1689) sobre libreto de Nathum Tate, basado en el libro IV de la Eneida de Virgilio.

El lamento y muerte de Dido; "When I am laid in earth" (Cuando yazga bajo la tierra)


DIDO reina de Cartago (Original)
Thy hand, Belinda, 
darkness shades me.
On thy bosom let me rest,
more I would, 
but Death invades me;
Death is now a welcome guest.
When I am laid in earth, 
May my wrongs create
no trouble in thy breast;
remember me, but 
ah! forget my fate.
DIDO (Traducción ) 
Tu mano, Belinda;
me envuelven las sombras.
Déjame descansar en tu pecho.
Cuánto más no quisiera, 
pero me invade la muerte;
la muerte es ahora una visita
bien recibida.
Cuando yazga en tierra, mis
equivocaciones no deberán crearle
problemas a tu pecho; recuérdame,
pero, ¡ay!, olvida mi destino.
 

Interpretes: Aunque a veces lo interpretan sopranos, el papel de Dido corresponde a la voz de mezzosoprano dramática.

Dame Janet Baker: Mezzosoprano Inglesa, debut en 1966 en Glyndebourne.

Tatiana Troyanos: mezzosoprano estadounidense de origen griego

Jessye Norman: soprano estadounidense

Emma Kirkby: soprano inglesa conocida como “la emperatriz de la música antigua”

Anne-Sofie von Otter: mezzosoprano sueca (no confundir con la violinista alemana Anne-Sophie Mutter)

Kirsten Målfrid Flagstad: soprano noruega

Ewa Podles: contralto polaca

Susan Graham: mezzosoprano estadounidense

Denyce Graves: mezzosoprano estadounidense

Maria Ewing: mezzosoprano estadounidense

Se echa en falta en youtube más versiones de grandes de la ópera como: Elizabeth Schwarzkorf, Victoria de los Ángeles, Ann Murray, Guillemette Laurens, Teresa Berganza, Montserrat Caballé , etc...

Después de una escucha rápida, elijo la de Anne-Sofie von Otter, Jessye Norman.

¿Y tú cual eliges?...

Imagen: sorprendente dirección y coreografía de Sasha Waltz de la obra de Purcell incluyendo el uso de una gran piscina transparente.Fotografía: David Levene

Las aventuras de Lord Curchill, Conde de Malbrough

Hastiado de tanta arquitectura un poquito de música...

 

Variaciones Malbroug Op. 28 de Fernando Sor, más conocidas por: “Variaciones sobre Mambrú se fue a la guerra”  

 

Narciso Yepes (Recital realizado en 1979 en el Teatro Real de Madrid) con su famosa guitarra de 10 cuerdas.

 

Gabriel Estarellas (Programa de TVE: Diálogos con la música)

Otra joyita

Pablo Sarasate Malagueña Op.21 No1  

Interpretes:

Yehudi Menuhin, Violín

Adolph Baller, Piano

Johann Sebastian Bach

Acabo de escuchar una de las cosa más bellas...

La primera aria de la cantata 202 de Bach, los primeros 40 segundos antes de que la estropee la soprano, maravilloso...

Me recuerda al adagio de la "Gran Partita" de Mozart

Fundación Internacional Mozart

Fundación Internacional Mozart

A través de la bitácora de Fernando P. Cárceles “Los lieder de Schubert” descubro una gran noticia;

La Fundación Internacional Mozart digitaliza y pone a disposición de los internautas toda la obra del genial compositor austriaco.

El pasado lunes se estrenó en la página web creada por la Fundación Internacional Mozart una recopilación de todos los trabajos del genial compositor. Desde entonces las partituras y más de 8.000 páginas de comentarios críticos sobre la obra de Wolfganf Amadeus Mozart publicados desde 1954 han recibido más de un millón de visitas. Tal es el interés suscitado que en el día de hoy el sitio está sufriendo ciertos problemas por la gran cantidad de tráfico.

"Es un gran proyecto, no hay nada comparable en el campo de la música", ha declarado sobre la página web el presidente de la fundación, Ulrich Leisinger. La iniciativa se enmarca en la conmemoración de los 250 años transcurridos desde el nacimiento de Mozart, que incluye miles de conciertos y exposiciones en Austria. La página web,
creada con la colaboración del Instituto de Humanidades Packard -con sede en California, EEUU- se dirige especialmente a estudiosos, músicos profesionales y aficionados que quieran acceder a la obra del compositor. Para ello, pueden buscar a través de palabras clave o eligiendo entradas en un menú. Algunas de las obras pueden ser impresas.

Además de los comentarios críticos, la base de datos online incluye 24.000 páginas que contienen el catálogo completo de la obra de Mozart, a las que se unirán el próximo verano 270 cartas manuscritas del músico nacido en Salzburgo.

¿Yo me pregunto? Esto no es una utopía, por fin una fundación digitaliza y pone a disposición de los internautas su catalogo digital de una forma altruista. Algunos sectores de la cultura (llámese fundaciones, gobiernos, universidades, etc...) siguen creyendo que la información es poder (reservada para unos pocos y con unos precios de infarto).

Espero que este tipo de iniciativas se contagien, como alma que lleva el diablo...

Un par de joyitas

Un par de joyitas

Husmeando en el You Tube he encontrado un par de joyitas:

Pau Casals tocando "El cant dels ocells"

David Fiodorovich Oistrakh tocando la "Cadenza del primer concierto de Shostakovich"

Lois Marshall y Glenn Gould al piano interpretando una pieza de Richard Strauss (Cacilie, Op. 27)

Maravillosas...

“Al Arrebol Vespertino” o “La luz purpúrea del crepúsculo”...

“Al Arrebol Vespertino” o  “La luz purpúrea del crepúsculo”...

Continuando un mensaje anterior donde hablaba de la importancia de las traducciones y ponía como ejemplo un poema de Baudelaire, para este mensaje he escogido una canción de Richard Strauss; “Im Abendrot” (1948)
 
La canción pertenece a los
“Cuatro últimos lieder” AV 150 - Op. Posth (originariamente estaba concebida como una pieza aislada, y no como uno de los "últimos Lieder"). Una música para voz aguda y orquesta que dedicó a su esposa, la soprano Pauline de Ahna. Con texto del escritor católico alemán, Joseph von Eichendorff.
 
Con el tiempo he ido adquiriendo diferentes versiones de este maravilloso tema;
 
Wilhelm Furtwängler - Kirsten Flagstadt - Philharmonia Orchestra – 1950
George Szell – Elisabeth Schwarzkopf – Radio Symphonie Orchester Berlín – 1965
Herbert von Karajan – Gundula Janowitz – Berliner Philharmoniker – 1973
Zubin Mehta – Montserrat Caballé – NYPO - 1978
Kurt Masur – Jessye Norman – Gewandhaus orchester Leipzig – 1982
Sir George Soti – Kiri Te Kanawa – Wiener Philharmoniker – 1990
 
Comencemos por el título “Im Abendrot”, siempre traducido cómo; Al ocaso, en el crepúsculo, en la noche púrpura del crepúsculo, en la puesta de sol, al atardecer. No recuerdo donde leí que “Im Abendrot” era
literalmente, el "rojo del atardecer”.

De todas estas traducciones prefiero “Al ocaso” si la utilizamos como metáfora del final de la vida. También me gusta la traducción que nos realizó un amigo: “La luz purpúrea del crepúsculo”.

 Luz purpúrea: Tinte rosado de corta duración que se produce en las cimas de las montañas especialmente cuando están cubiertas de nieve y que es visible sólo después de la puesta del Sol y poco antes del orto. Este resplandor comienza cuando el borde está situado a unos 2 grados sobre el horizonte y se aprecia claramente cuando el cielo está nublado produciéndose la dispersión de la luz. La iluminación cesa cuando las montañas se oscurecen al atardecer o están totalmente iluminadas por la mañana. Los colores de este resplandor tienen un tinte purpúreo por la mañana y anaranjado al atardecer. Algunos autores utilizan la denominación ’resplandor alpino’.

Crepúsculo: Claridad de la luz del Sol desde las primeras luces del alba hasta el orto, por la mañana, y desde el ocaso hasta la oscuridad total, al anochecer. Se produce por la reflexión y difusión de la luz del Sol en la atmósfera. Su duración depende del ángulo de la trayectoria solar con el horizonte, es decir, de la fecha y de la latitud. Si no se especifica, se entiende el de la tarde. También según el María Moliner; Estado de una cosa o una persona que camina a su desaparición o ruina o que está ya en periodo de descenso de su valor, vigor o energías.
 
Mirando un diccionario alemán-español, la luz crepuscular sería en alemán “abendröte” y el termino “abendrot” se traduciría cómo “El Arrebol Vespertino”.
 
Arrebol Vespertino:
 
Color purpúreo que presentan las nubes a la salida del Sol (arrebol matutino) y a su puesta (arrebol vespertino). Esa coloración rojiza depende del contenido de vapor de agua y del grado de opacidad de la atmósfera.
 
Según el María Moliner; Arrebol:
Color rosado que se ve en las nubes heridas por los rayos del Sol naciente o poniente y Vespertino: De la tarde o, más bien, del atardecer.
 
Fernando Pérez Cárceles en su libro “Los Lieder de Schubert” tiene un tema de Franz Schubert titulado también “Im Abendrot” con texto de Karl Lappe que traduce cómo “Al Arrebol Vespertino”.
 
De la misma manera Ángel Fernando Mayo Antoñanzas (máxima autoridad en lengua española en todo lo relacionado con la figura de Richard Wagner) traduce en un Lieder de Hans Pfitzner con texto de Heinrich Heine la palabra “Das Abendrot” por el arrebol vespertino.
 


“Im Abendrot” (Tema original en alemán)
Joseph von Eichendorff


Wir sind durch Not und Freude
gegangen Hand in Hand;
vom Wandern ruhen wir [beide]
nun überm stillen Land.

Rings sich die Täler neigen,
es dunkelt schon die Luft;
zwei Lerchen nur noch steigen
nachträumend in den Duft.

Tritt her und lass sie schwirren;
bald ist es Schlafenszeit,
dass wir uns nicht verirren
in dieser Einsamkeit.

O weiter, stiller Friede!
So tief im Abendrot!
Wie sind wir wandermüde-
Ist dies etwa der Tod?
 
Traducciones:
 
1- “Al ocaso”
Trad. de Miguel Ángel Aguilar Rancel

 
A través de la necesidad y la alegría
hemos caminado mano a mano;
de este errar descansamos
ahora, sobre el campo silencioso.
 
A nuestro alrededor se inclinan los valles
se oscurece ya el aire;
sólo dos alondras aún se elevan,
soñando, en la brisa perfumada.
 
Aproxímate y déjalas vibrar;
pronto será tiempo de dormir,
qué no nos extraviemos
en esta soledad.
 
¡O paz, inmensa y silenciosa,
tan honda al ocaso!
Cuán cansados estamos de caminar,
¿será eso, acaso, la muerte?

 
2- “En el crepúsculo”
Trad. de  Abel Alamillo Fernández

 
Entre medio de penas y alegrías
hemos caminado de la mano;
de vagar descansemos
ahora sobre la silenciosa tierra.
 
Alrededor nuestro declinan los valles
y el aire se oscurece ya,
únicamente dos alondras alzan su vuelo,
soñando en la atmósfera perfumada.
 
Acércate y déjalas cantar;
es ya el tiempo de dormir.
No vayamos a perdernos
en esta soledad.
 
¡Oh, amplia y silenciosa paz,
tan profunda en el crepúsculo!
¡Qué cansados estamos de caminar!
¿Será  esto acaso la muerte?
 
3- “En la noche púrpura del crepúsculo”
 
A través de las penas y las alegrías
habíamos caminado, juntas las manos.
Ahora reposaremos juntos los dos
en una tierra silenciosa.
 
Todo declina alderredor de nuestros valles,
ahora el cielo se ensombrece.
Sólo dos alondras se elevan
soñando en el aire perfumado.
 
Vienen ya, déjenlas girar
pronto será la hora de dormir.
Ven, que nos perderemos
en esta soledad.
 
¡Oh calma inconmensurable de la tarde!
tan profunda en la luz purpúrea del crepúsculo.
Cómo estamos cansados de caminar,
¿Puede ser así la muerte?
 
4- “En la puesta de sol”
 
Con penas y alegrías,
mano a mano, hemos caminado.
Reposemos ahora de nuestros viajes,
en la tranquila campiña.
 
A nuestro alrededor se inclinan los valles,
ya la brisa se ensombrece.
Sólo dos alondras alzan todavía el vuelo
soñando de nuevo en el oloroso aire.
 
Acércate y déjalas trinar,
pronto será hora de dormir,
para que no podamos perdernos
en esta soledad.
 
Oh, inmensa y dulce paz,
tan profunda en la puesta de sol,
qué fatigados estamos por haber caminado.
¿Será esta, entonces, la muerte?
 
 
5- “Al Atardecer”
 
A través de la necesidad y de la alegría
hemos caminado de la mano;
de este vagar descansamos
ahora, sobre el campo silencioso.
 
A nuestro alrededor declinan los valles
y el aire ya se oscurece;
sólo dos alondras alzan su vuelo,
soñando, en la brisa perfumada.
 
Acércate y déjalas vibrar
pronto será tiempo de dormir;
que no nos perdamos
en esta soledad.
 
 ¡Oh, paz inmensa y silenciosa
 tan profunda al atardecer!
 ¡Qué cansados estamos de caminar!
 ¿Será esto acaso la muerte?
 
5 – Último verso
 
“¡Oh paz inmensa, tranquila!
 ¡Tan profunda al crepúsculo!
 Qué cansados estamos de vagar.

¿No será esto la muerte?”

Se agradecerán comentarios y traducciones

Imagen: “El Perro Semihundido” o "El Perro en la Arena", 1821/23 de Francisco José de Goya y Lucientes.   Museo del Prado (Fresco 134 x 80 cm). Es curioso pero siempre he asociado esta canción con esta obra de Goya realizadas sendas en el final de sus días.

 

 

Appia y Boccherini

Appia y Boccherini

Estos últimos fines de semana escucho casi obsesivamente dos quintetos de cuerda de Boccherini; Quinteto Nº 9 para cuerda y guitarra G 453 «La retreta de Madrid» y Quinteto de cuerda op. 30/6 G 324 «La música nocturna de las calles de Madrid».

Una, dos, tres, y hasta cuatro veces seguidas. Cada vez, me parece mejor que la anterior audición.

¡Ah! y los bocetos y decorados de Appia. Geniales...

Debe de ser por el estrés y la tensión acumulada entresemana...

Imagen: Adolphe Appia, Espace rythmique. "neuf pilliers", 1909

Los Lieder de Schubert

Los Lieder de Schubert

Para melómanos y Schubertianos:

"Los Lieder de Schubert" 3 volúmenes con las traducciones de todas las canciones de Franz Schubert. Traducción de Fernando Pérez Cárceles, editorial Hyperion.

Una autentica maravilla, que podré disfrutar estos días en el hotel...

melodía infinita

melodía infinita El sábado mirando en alguna tienda unos libros de texto para Verónica encontré una pequeña joyita:

“Tristan e Isolda” por Wilhelm Furtwangler con Kirsten Flagstad y Dietrich Fischer-Dieskau entre otros.

Así que este mes escucharé la triste historia de amor compuesta por R. Wagner

"el amor es la privación de la voluntad de la vida y la aspiración al no-ser"

(Schopenhauer)

Libreto (en español)

Escuchar la música

Escuchar  la música La siguiente historia la conocemos gracias al famosísimo fotógrafo Yousuf Karsh.

Sucedió mientras fotografiaba al gran músico. Le conmovió tanto su interpretación de Bach que durante unos instantes no pudo concetrarse en su trabajo. Nunca había hecho ninguna foto en la que no apareciera el rostro del fotografiado, pero en aquella ocasión le parecio correcto.

Años después, cuando la fotografía fue exhibida en una exposición montada en el Museum of Fine Arts de Boston, Karsh fue informado de que, todos los días, un anciano caballero asistía a la muestra y pasaba las horas muertas observando la fotografía de Casals. Empujado por la curiosidad, el fotógrafo esperó al misterioso señor y cuando éste apareció se acercó a él y le preguntó:

- Perdone, señor, ¿puedo preguntarle por qué viene aquí y permanece tanto tiempo ante esta fotografía?

El anciano caballero respondió:

- ¡Calle, joven!, ¿No ve usted que estoy escuchando la música?

Texto extraido del libro "Este burdel no es una ópera"

Música Callada - Frederic Mompou

Música Callada - Frederic Mompou "La mejor palabra es la palabra no dicha, como todos sabéis, soy un hombre de pocas palabras y un músico de pocas notas". "La música está escrita para lo inexpresable, quisiera que ella pareciera salir de la sombra para volver de nuevo en ella. Me encuentro en la obligación de encontrar nuevas formas, creo que nunca podré encerrar mi música en un mundo demasiado correcto."

"Esta música no tiene aire ni luz. Es un débil latir del corazón. No se le pide llegar más allá de unos milímetros en el espacio, pero sí la misión de penetrar en las grandes profundidades de nuestra alma y regiones mas secretas de nuestro espíritu. Esta música es callada porque su audición es interna. Contención y reserva. Su emoción es secreta y solamente toma forma sonora en sus resonancias bajo la gran bóveda fría de nuestra soledad. Deseo que en mi música callada, este niño recién nacido, nos aproxime a un nuevo calor de vida y a la expresión del corazón humano, siempre la misma y siempre renovando."